Conclusiones:
Pese a que la disminución en mi peso corporal y la capacidad física no aumentaron relevantemente, físicamente me siento con más energía, soporto más las cargas de trabajo y a la hora de dormir, mi sueño es mucho más reparador, comencé a agarrarle mayor cariño a la actividad física y no propiamente por el ejercicio hecho en clase, sino por mi asistencia a clases de natación, algo de lo que no me hubiera animado sino gracias solamente a esta clase. El avance es paulatino, rozando con lo bastante lento, pero se que con dedicación y esfuerzo seguiré aumentando mi capacidad física. En conclusión con los tres periodos, me parece que el objetivo se cumplió, al no solo enrolarme con la actividad física sino también al mejorar mis hábitos conductuales.
guevara marquez alejandro ed. fisica 512
domingo, 3 de abril de 2016
jueves, 21 de enero de 2016
martes, 6 de octubre de 2015
Sistema músculo esquelético, sistema Cardio-respiratorio. Sistema nervioso y sistema endocrino.
Sistema músculo esquelético
Los músculos esqueléticos son un
tipo de músculos estriados unidos al esqueleto. Formados por células o fibras
alargadas y multinucleadas que sitúan sus núcleos en la periferia. Obedecen a
la organización de proteínas de actina y miosina y que le confieren esa
estriación que se ve perfectamente al microscopio. Son usados para facilitar el
movimiento y mantener la unión hueso-articulación a través de su contracción.
Son, generalmente, de contracción voluntaria (a través de inervación nerviosa),
aunque pueden contraerse involuntariamente. El cuerpo humano está formado
aproximadamente de un 90% de este tipo de músculo y un 10% de músculo cardíaco
y visceral.
Sistema cardio-respiratorio
Ofertar a los tejidos y órganos el oxígeno
suficiente, según las necesidades individuales y dependiendo del estado o
actividad.
La eliminación de anhídrido carbónico
resultante de la oxigenación de las biomoléculas.
Este sistema integrado requiere
los siguientes elementos siguiendo el curso del oxígeno:
El aparato respiratorio, encargado de captar
oxígeno e introducirlo al organismo, y eliminar el CO2 resultante.
La hemoglobina eritrocitaria de la sangre,
capaz de transportar el oxígeno.
El aparato cardiovascular, capaz de
distribuir el oxígeno a través del bombeo de la sangre y canalización de la
misma en función de las necesidade
s metabólicas de los tejidos y órganos de los
tejidos.
El Sistema cardio-respiratorio es
el encargado de proveer y hacer llegar hasta el músculo el oxígeno necesario
para su funcionamiento.
El ejercicio físico implica un
aumento tanto del consumo muscular de oxígeno como de la producción de
anhídrido carbónico, para satisfacer esa demanda aumentada en reposo físico.
Sistema nervioso
El sistema nervioso es una red de
tejidos de origen ectodérmico3 4 5 en los animales diblásticos y triblásticos
cuya unidad básica son las neuronas. Su función primordial es la de captar y
procesar rápidamente las señales ejerciendo control y coordinación sobre los
demás órganos para lograr una adecuada, oportuna y eficaz interacción con el
medio ambiente cambiante.1 Esta rapidez de respuestas que proporciona la
presencia del sistema nervioso diferencia a la mayoría de los animales
(eumetazoa) de otros seres pluricelulares de respuesta motil lenta que no lo
poseen como los vegetales, hongos, mohos o algas.
¿Qué es el sistema endocrino?
Las piezas fundamentales de
sistema endocrino son las hormonas y las glándulas. En calidad de mensajeros
químicos del cuerpo, las hormonas transmiten información e instrucciones entre
conjuntos de células. Aunque por el torrente sanguíneo circulan muchas hormonas
diferentes, cada tipo de hormona está diseñado para repercutir solamente sobre
determinadas células.
Una glándula es un conjunto de
células que fabrican y secretan (o segregan) sustancias. Las glándulas seleccionan
y extraen materiales de la sangre, los procesan y secretan el producto químico
resultante para que sea utilizado en otra parte del cuerpo. Algunos tipos de
glándulas liberan los productos que sintetizan en áreas específicas del cuerpo.
Por ejemplo, las glándulas exocrinas, como las sudoríparas y las salivares,
liberan secreciones sobre la piel o en el interior de la boca. Sin embargo, las
glándulas endocrinas liberan más de 20 tipos de hormonas diferentes
directamente en el torrente sanguíneo, desde donde son transportadas a otras
células y partes del cuerpo.
Las principales glándulas que
componen el sistema endocrino humano incluyen:
el hipotálamo
la hipófisis
la glándula tiroidea
las glándulas paratiroideas
las glándulas suprarrenales
la glándula pineal
las glándulas reproductoras (que incluyen
los ovarios y los testículos).
Higiene aplicada a la educasión física. Higiene corporal y su forma corrrecta que repercuta en los sistemas del cuerpo humano.
Empecemos definiendo algunos conceptos básicos:
Higiene: hábitos orientados a prevenir los efectos nocivos
sobre la salud.
Salud: bienestar físico, psíquico y social del ser humano y
de su entorno.
Salud física: buen funcionamiento de los sistemas corporales.
Salud mental o psíquica: comportamiento normal de los
procesos mentales.
Salud ambiental o social: la que afecta al medio ambiente del
ser humano.
Higiene y salud están íntimamente relacionados ya que como ya
hemos visto el objetivo de la higiene es prevenir los efectos negativos sobre
la salud, y por tanto la mejora de esta.
HÁBITOS Y ESTILOS DE VIDA SALUDABLE EN RELACIÓN CON LA
ACTIVIDAD FÍSICA.
La actividad física es un elemento que está muy relacionado
con la salud, ya que está más que demostrado que la práctica de actividad
física mejora la salud del ser humano.
Sabiendo esto, a continuación vamos a ver algunos de los
beneficios de la actividad física sobre la salud para posteriormente conocer
algunos hábitos relacionados con la actividad física y la vida diaria y que van
a favorecer un buen estado de salud.
EFECTOS BENEFICIOSOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA SOBRE LA SALUD.
Vamos a conocer algunos de los efectos que la actividad
física tiene sobre la salud, y que podemos obtener en las clases de Educación
Física si trabajamos adecuadamente:
a) Favorece un desarrollo físico correcto y armónico:
Hace fuerte nuestro
corazón, evitando algunas enfermedades del mismo.
Nos permite
respirar mejor y previene enfermedades respiratorias.
Elimina grasas y
colesterol, lo cual evita entre otras muchas cosas, la obesidad.
Aumenta la
musculatura.
Hace más fuertes
músculos, huesos, tendones, etc, evitando enfermedades relacionadas.
Ayuda a mantener
limpia la piel.
b) Permite la adquisición de hábitos de práctica deportiva
desde la niñez: que va a prevenir numerosos problemas y enfermedades (lo que
hemos visto antes), cuando seamos mayores.
d) Aumenta la resistencia física: si practicamos actividad
física seremos más resistentes tanto a enfermedades como al cansancio.
e) Permite que nos relacionemos mejor con mucha gente.
f) Además de todo esto tiene muchísimos más beneficios, como
por ejemplo que nos hace dormir y descansar mejor y por supuesto ten en cuenta
que ¡es muy muy divertido!.
HÁBITOS DE HIGIENE RELACIONADOS CON LA VIDA DIARIA Y CON LA
ACTIVIDAD FÍSICA.
A estas alturas ya debemos saber qué es la actividad física,
qué es la higiene, qué es la salud y la relación que tienen ¿verdad?.
Bueno, pues a continuación vamos a ver que podemos hacer
tanto a diario como al practicar actividad física para cuidar nuestro cuerpo y
mejorar la salud.
Para esto debemos luchar contra una serie de enemigos, que
son.
La falta de higiene
y aseo personal y del medio.
El sedentarismo.
El tabaquismo, el
alcoholismo y todas las demás drogodependencias.
La alimentación
insuficiente, excesiva o desequilibrada.
La fatiga, la falta
de sueño y de descanso.
La no dosificación
del esfuerzo.
Los estados de
ansiedad o de estrés.
Ya sabemos cuáles son nuestros enemigos, así que ahora ya
podemos luchar contra ellos, pero… ¿cómo lo haremos?, pues utilizando las
siguientes armas:
La higiene
personal, incluyendo:
El aseo diario, que
incluya ducha cuando proceda, y siempre lavado de manos especialmente antes de
comer, lavado de cara, cepillado de dientes al menos después de cada comida.
Ducha después de realizar actividad física, evitando que el
sudor se seque y produzca enfriamientos, constipados, y olor corporal.
Correcto secado de todas las zonas corporales, sobre todo
esas que siempre olvidas, como axilas, entre los dedos de los pies…en general,
todo bien seco.
Corte de uñas.
Uso de ropa adecuada a
la actividad a realizar. Si vamos a realizar actividad física deberemos ir
provistos de ropa adecuada como camiseta, chándal, calcetines, zapatillas,
pantalón corto, guantes, bañador, etc, dependiendo de la actividad que hagamos.
Cambio periódico de
la ropa.
No utilizar dos
veces seguidas la ropa interior sudada.
Siempre que se
pueda, no utilizar la ropa deportiva para vestir.
Utilizar calcetines
siempre, que recogerán el sudor y evitarán rozaduras y que se pudra el calzado.
– No olvides quitarte anillos, pulseras, cadenas y todo lo
que pueda engancharse o provocar algún incidente.
El descanso: teniendo
en cuenta dos aspectos importantes como son.
La dosificación del
esfuerzo: aunque os cueste debéis aprender a realizar actividad física a un
ritmo que os permita aguantar y no que os canse nada más empezar.
El sueño: durante el sueño el cuerpo recupera la energía que
ha utilizado a lo largo de todo el día, además tus huesos y músculos descansan
y tú te relajas, de ahí su gran importancia. Con vuestra edad debéis dormir más
de 10 horas. Estoy seguro de que lo hacéis, pero si no es así, probadlo y
notareis sus beneficios.
Si puedes, debes seguir algunos de estos consejos para
dormir:
Habitación amplia,
seca, aireada y soleada.
colchón duro. Dormir
con la menor cantidad de ropa posible. Si utilizas pijama que seaamplio y
suelto.
La alimentación: el
ser humano como el resto de seres vivos, necesita una serie
de sustancias nutritivas para formar las diferentes partes
del cuerpo durante el crecimiento y para reparar el desgaste que se produce
diariamente. Además, de estas sustancias se obtiene la energía que se consume
en el funcionamiento de los órganos y tejidos. Estas sustancias son los
hidratos de carbono, las grasas y las proteínas.
La dieta varía según la edad, las características de las
personas y la actividad física que desarrollen, pero en general los porcentajes
a consumir son los siguientes: 10-15 % de proteínas ( es el alimento del
músculo y ayuda a su “construcción” ), 25-35 % de grasas (el cuerpo las usa
como fuente de energía) y 55-65 % de hidratos de carbono (es la primera fuente
de energía que utiliza el cuerpo).
Diariamente deberías tomar:
2-3 raciones de leche
y derivados (1 ración = 1 vaso de leche o 50-70 g de
productos derivados).
3-5 raciones de
cereales y derivados (1 ración = 30-50 g de pan o media taza de cereales)
2 raciones de
carnes, pescados y legumbres (1 ración = 60-90 g).
4-5 raciones de
frutas y vegetales (1 ración = media taza de verdura cocida o
1 pieza de fruta.
Además son importantes las vitaminas, sobre todo las A, B, C
y D que aceleran el metabolismo.
En general, debes saber que es importante comer de todo lo
que mamá pone a diario, olvidando esos bollos y esas chucherías que tanto te
gustan pero que no son nada buenas. Además debes intentar comer a la hora de
comer y no picar entre comidas.
En el caso de los deportistas hay que tener en cuenta que:
El cuerpo debe
estar bien hidratado: el agua forma mas de 2/3 del cuerpo humano, es un
excelente lubricante muscular, ayuda a mantener la temperatura del cuerpo,
interviene en el transporte de nutrientes a los tejidos y en el aporte de
oxígeno, debe tomarse antes, durante y después del ejercicio. Lo ideal es entre
1 y 2 litros diarios.
Alimentos sólidos:
es aconsejable un 25% de grasas, preferiblemente de origen vegetal (muy recomendado
el aceite de oliva).
Los deportistas
deben limitar el consumo de proteína como mucho a 2 g por kg de peso (al
contrario que los niños).
La energía necesaria para realizar esfuerzos la obtenemos
principalmente de los hidratos de carbono
d) La práctica de ejercicio físico moderado, de lo cual ya
hemos hablado.
e) La huida del tabaco, el alcohol y el resto de drogas: que
comienzan consumiéndose como “un juego” y acaban siendo un enorme problema.
f) Siempre hay que tener en cuenta que la búsqueda de la
salud es un buen hábito, pero si en este camino caemos en el error de
obsesionarnos con nuestro cuerpo, el resultado puede derivar en enfermedad más
que en salud. Recuerda que cada persona es diferente y que tú eres como eres y
aunque busques la salud, no tienes por qué llegar a un “cuerpo danone”.
g) En lo que se refiere a práctica de actividad física existe
un elemento, una parte dentro de la sesión que tiene gran importancia y que
nunca debemos olvidar o dejar de hacer, y es el calentamiento. Si estamos
buscando mejorar la salud a través de la práctica de actividad física debemos
llevar a cabo siempre, antes de comenzar, un correcto calentamiento que nos
prepare tanto física como psicológicamente para la actividad física a realizar,
aumentando la frecuencia cardíacas, la respiración, la temperatura de los
músculos, preparando a las articulaciones, ligamentos y tendones e
introduciéndonos en la actividad, es decir previniendo posibles lesiones que
surjan por empezar la actividad en “frío”.
De forma general el calentamiento lo vamos a hacer de la
siguiente manera:
Carrera suave
(adelante, atrás, lateral, cruzando piernas…)
Ejercicios de
movilidad articular. Debes hacerlo siguiendo un orden, de los pies a la cabeza
o de la cabeza a los pies, para no olvidar ninguna parte, sintiendo como entras
en calor, incluso sudando. Es importante que no te olvides ninguna parte.
Debes hacer
hincapié en las zonas que más trabajen, dependiendo de la actividad física a realizar.
Por último debes
realizar ejercicios de flexibilidad para estirar los músculos.
En cuanto lo veamos en
clase, debes ser capaz de llevar a cabo tu propio calentamiento de una forma
efectiva y correcta.
Gasto energético: concepto e investigación descriptiva
La energía es la capacidad para realizar trabajo. El hombre,
para vivir, para llevar a cabo todas sus funciones, necesita un aporte continuo
de energía: para el funcionamiento del corazón, del sistema nervioso, para
realizar el trabajo muscular, para desarrollar una actividad física, para los
procesos biosintéticos relacionados con el crecimiento, reproducción y
reparación de tejidos y también para mantener la temperatura corporal.
¿De dónde procede la energía?
Esta energía es suministrada al organismo por los alimentos
que comemos y se obtiene de la oxidación de hidratos de carbono, grasas y
proteínas. Se denomina valor energético o calórico de un alimento a la cantidad
de energía que se produce cuando es totalmente oxidado o metabolizado para
producir dióxido de carbono y agua (y también urea en el caso de las
proteínas). En términos de kilocalorías, la oxidación de los alimentos en el
organismo tiene como valor medio el siguiente rendimiento:
Todos los alimentos son potenciales fuentes de energía pero
en cantidades variables según su diferente contenido en macronutrientes
(hidratos de carbono, grasas y proteínas). Por ejemplo, los alimentos ricos en
grasas son más calóricos que aquellos constituidos principalmente por hidratos
de carbono o proteínas.
El alcohol, que no es un nutriente, también produce energía
metabólicamente utilizable -con un rendimiento de 7 kcal/g- cuando se consume
en cantidades moderadas (menos de 30 g de etanol/día). Vitaminas, minerales y
agua no suministran energía.
Unidades de energía
La unidad internacional de energía es el Julio, pero
habitualmente se mide en kilocalorías (kcal) (1 kcal = 1000 calorías o 1
Caloría grande) o en kilojulios (kJ) (1 kcal = 4.186 kJ).
Unidades de energía
kilocaloría (kcal)
= 1 Caloría grande = 1000 calorías pequeñas
kilojulio (kJ) =
1000 julios (J)
kilocaloría (kcal) = 4.184 kJ
kJ = 0.24 kcal
megajulio (MJ) =
1000 kJ = 240 kcal
kcal = 0.004184 MJ
milijulio (mJ) =
239 kcal
Perfil calórico
En términos energéticos, uno de los índices de calidad de la
dieta más utilizados en la actualidad es el denominado perfil calórico que se
define como el aporte energético de macronutrientes (proteínas, hidratos de
carbono y lípidos) y alcohol (cuando se consume) a la ingesta calórica total.
La dieta equilibrada, prudente o saludable será aquella en la
que la proteína total ingerida aporte entre un 10 y un 15% de la energía total
consumida; la grasa no más del 30-35%, y el resto (>50%) proceda de los
hidratos de carbono, principalmente complejos. Si existe consumo de alcohol, su
aporte calórico no debe superar el 10% de las Calorías totales.
En la actualidad, en las sociedades más desarrolladas la
calidad de la dieta juzgada por este índice no es muy satisfactoria pues, como
consecuencia del excesivo consumo de alimentos de origen animal, existe un alto
aporte de proteína y grasa siendo, en consecuencia, muy bajo el de hidratos de
carbono, reduciendo, desde este punto de vista, la calidad de la dieta. Sin embargo,
en las zonas en vías de desarrollo y en los países pobres, la mayor parte de la
energía -hasta un 80%- puede proceder de los hidratos de carbono aportados
principalmente por los cereales.
Componentes del gasto energético
Al gasto energético diario -que lógicamente condiciona las
necesidades calóricas- contribuyen tres componentes importantes:
El gasto metabólico basal o tasa metabólica basal (TMB)
incluye la energía necesaria para mantener las funciones vitales del organismo
en condiciones de reposo (circulación sanguínea, respiración, digestión, etc.).
En los niños también incluye el coste energético del crecimiento. A menos que
la actividad física sea muy alta, este es el mayor componente del gasto
energético. Tasa metabólica basal y gasto metabólico en reposo son términos que
se usan indistintamente aunque existe una pequeña diferencia entre ellos. La
tasa metabólica en reposo representa la energía gastada por una persona en
condiciones de reposo y a una temperatura ambiente moderada. La tasa metabólica
basal sería el gasto metabólico en unas condiciones de reposo y ambientales muy
concretas (condiciones basales: medida por la mañana y al menos 12 horas
después de haber comido). En la práctica, la tasa metabólica basal y el gasto
metabólico en reposo difieren menos de un 10%, por lo que ambos términos pueden
ser intercambiables.
No todas las personas tienen el mismo gasto metabólico basal,
pues depende de la cantidad de tejidos corporales metabólicamente activos.
Recordemos que la masa muscular es metabólicamente más activa que el tejido
adiposo. Está condicionado, por tanto, por la composición corporal, por la edad
y el sexo. La mujer, con menor proporción de masa muscular y mayor
de grasa, tiene un gasto basal menor que el hombre
(aproximadamente un 10% menos) expresado por unidad de peso. En un hombre
adulto de unos 70 kg de peso equivale a 1.1 kcal/minuto y 0.9 en una mujer de
55 kg. Esto representa, en personas sedentarias, un 70% de las necesidades
totales de energía. Existen diversas fórmulas para calcular el gasto metabólico
basal o en reposo.
La termogénesis inducida por la dieta o postprandial es la
energía necesaria para llevar a cabo los procesos de digestión, absorción y
metabolismo de los componentes de la dieta tras el consumo de alimentos en una
comida (secreción de enzimas digestivos, transporte activo de nutrientes,
formación de tejidos corporales, de reserva de grasa, glucógeno, proteína,
etc.). Puede suponer entre un 10 y un 15% de las necesidades de energía.
También se denomina efecto termogénico de la dieta o de los alimentos o acción
dinámica específica.
Por último, un tercer factor, a veces el más importante en la
modificación del gasto energético, es el tipo, duración e intensidad de la
actividad física desarrollada. La energía gastada a lo largo del día para
realizar el trabajo y la actividad física es, en algunos individuos, la que
marca las mayores diferencias. Evidentemente, no necesita la misma cantidad de
energía un atleta que entrene varias horas al día o un leñador trabajando en el
monte, que aquella persona que tenga una vida sedentaria. Por ejemplo, durante
una hora de sueño sólo gastamos 76 kilocalorías; Si estamos sentados viendo la
televisión o charlando el gasto es también muy pequeño: tan sólo 118 kcal/hora;
pasear sólo quema 160 kcal/h y conducir durante una hora supone un gasto de 181
kcal.
Sin embargo, hay otras actividades que conllevan un mayor
gasto energético. Por ejemplo, 1 hora jugando al tenis, quema 458 kcal;
montando en bicicleta, 504 kcal/h; subiendo a la montaña, 617; nadando, 727 o
cuidando el jardín, 361 kcal/h. Una de las actividades que nos hace gastar más
energía es subir escaleras: si estuviéramos durante 1 hora subiendo escaleras
podríamos llegar a gastar hasta 1000 kcal.
Gasto energético en una persona sedentaria, una deportiva y
una activa laborando profesionalmente
Se suele clasificar en función de la actividad cardiaca o
respiratoria y a través del consumo de oxígeno, esto hace diferir el gasto
energético de acuerdo a los niveles de actividad física del individuo. (Sedentario,
leve, moderada, intensa).
·
Si tu actividad es baja (vida sedentaria,
trabajo sentado en una oficina, estudiar sentado todo el día): Tu gasto no
aumenta.
·
Si tu actividad es leve (salir a comprar,
recoger la casa, ir caminando al trabajo "20" minutos, subir 6 pisos
al día,): Tu gasto aumenta 100 Kcal.
·
Si tu actividad es moderada: (trabajo en una
fábrica en que hay esfuerzo físico, vas dos veces a la semana a nadar o bailar,
si sales a caminar 1 hora al día,): Tu gasto aumenta 200 Kcal.
·
Si tu actividad es elevada: (sales a correr
todos los días, vas al gimnasio, o practicas algún deporte diariamente): Tu
gasto aumenta 400 Kcal.
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